Efectos secundarios de Symbicort: guía rápida y útil
Si usas Symbicort para controlar el asma o la EPOC, es clave conocer qué reacciones puedes experimentar. No todos los pacientes sienten lo mismo, pero hay efectos que aparecen con más frecuencia y otros raros que también vale la pena vigilar.
Efectos comunes y cómo manejarlos
Los síntomas más habituales son irritación de garganta, tos seca o sensación de sequedad en la boca. Normalmente desaparecen al cabo de unos días. Puedes reducirlos usando un spacer (cámara de vacío) y haciendo una buena inhalación lenta. Beber agua después de cada uso también ayuda a aliviar la resequedad.
Otro efecto frecuente es el temblor leve en las manos, especialmente después de la primera semana de tratamiento. Si te preocupa, habla con tu médico; a veces basta con ajustar la dosis o cambiar el horario de administración.
Efectos menos frecuentes y señales de alerta
En algunos casos aparecen molestias como dolor de cabeza intenso, cambios en el ritmo cardíaco (palpitaciones) o aumento de la presión arterial. Si notas cualquiera de estos síntomas, no esperes: consulta a tu profesional de salud cuanto antes.
Reacciones alérgicas graves son raras, pero pueden incluir sarpullido, picazón, hinchazón de labios o lengua y dificultad para respirar. Ante cualquier signo de alergia, detén el uso del inhalador y busca ayuda médica inmediata.
Los niños pueden presentar crecimiento más lento si usan Symbicort durante mucho tiempo. Los pediatras suelen controlar la talla y peso regularmente para asegurarse de que todo vaya bien.
En caso de infección bucal (candidiasis), notarás manchas blancas en la lengua o dolor al tragar. Cepíllate los dientes y limpia el inhalador con agua tibia después de cada uso; eso reduce mucho el riesgo.
Recuerda que ningún medicamento es 100% libre de efectos secundarios, pero conocerlos te permite actuar a tiempo y seguir beneficiándote del control que Symbicort brinda al pulmón.
Si tienes dudas sobre algún síntoma, anota cuándo apareció, su intensidad y si empeora con la dosis. Esa información facilita la conversación con tu médico y ayuda a ajustar el tratamiento de forma segura.