Herencia de la migraña: ¿Qué dice la genética?

Si en tu familia alguien sufre de migraña, es normal que te preguntes si tú también la tendrás. La respuesta no es "sí o no" absoluta, pero la genética juega un papel claro. Estudios muestran que si tienes un familiar de primer grado con migraña, tu riesgo aumenta entre un 30% y un 50% respecto a quien no tiene antecedentes.

La migraña no es una enfermedad "de un solo gen"; son varios genes que se combinan con factores ambientales. Entre los más investigados están los genes CACNA1A, ATP1A2 y SCN1A, que influyen en la actividad eléctrica del cerebro. Cuando estos genes tienen variantes, la neurona se vuelve más sensible a los disparos que desencadenan el dolor.

Factores familiares que aumentan la probabilidad

Además de los genes, la historia familiar aporta datos útiles:

• Tipo de migraña. Si tus padres tienen migraña con aura, es más probable que tú la tengas también, aunque sin aura es posible.
• Edad de inicio. Cuando la migraña aparece antes de los 20 años en la familia, suele aparecer antes en los descendientes.
• Frecuencia. Familias con ataques frecuentes tienden a transmitir esa misma tendencia.

Estos patrones no son reglas rígidas, pero sirven para anticipar qué tan frecuente podría ser tu caso.

Cómo reducir el impacto aunque la genética te favorezca

Si sabes que llevas una predisposición, hay cosas que puedes hacer para minimizar los ataques:

• Control del sueño. Dormir a la misma hora y evitar privarte de descanso reduce los desencadenantes.
• Alimentación equilibrada. Evita alimentos que sabes que te provocan migraña, como el chocolate, el queso curado o el exceso de cafeína.
• Ejercicio regular. Actividades suaves como caminar o nadar mejoran la circulación y disminuyen la tensión.
• Manejo del estrés. Técnicas de respiración, meditación o yoga ayudan a mantener bajo control los factores emocionales.
• Hidratación. Beber suficiente agua cada día evita la deshidratación, un disparador común.

Si los ataques son intensos, consulta a un neurólogo. Existen tratamientos preventivos (beta‑bloqueadores, antiepilépticos, anticongestivos) que pueden ajustarse a tu perfil genético y a tus síntomas.

En resumen, la herencia de la migraña aumenta la probabilidad, pero no determina el futuro. Conociendo tu historial familiar y adoptando hábitos sanos, puedes bajar la frecuencia y la gravedad de los episodios. Mantente atento a los patrones de tu cuerpo y busca ayuda profesional cuando lo necesites; la combinación de información genética y estilo de vida es la mejor defensa contra la migraña.